Buenas tardes!! Hoy comparto con vosotros un pequeño fragmento de un texto que rescato del baúl de los recuerdos, y que se remonta a febrero del 2012, pero no sé, ayer lo encontré y me gusto mucho volver a leerlo.
Sin mucho más que decir, salvo que gracias por dedicarme unos minutos de vuestro tiempo.
"Parece increíble , pero hoy me he dado
cuenta de cómo el ritmo de vida que llevamos hace que obviemos
detalles que podrían sacarnos una sonrisa así, sin mas y alegrarnos
el día y sinceramente me da un poco de lastima que se pierdan esas
pequeñas cosas, porque la felicidad se basa también en pequeños
detalles...
Mientras esperamos en la cafetería a
la que acudimos cada día después de comer, a que nos sirvan el café
con leche, solemos comentar los cotilleos de cualquier revista del
corazón; unos minutos después, la dueña – una señora de edad
algo avanzada, vestida siempre de negro, alta, rubia y con un cierto
aire ingles- se acerca amablemente hacia nosotros con los cafés
recién hechos, humeantes y los coloca con cuidado en la pequeña
mesa cuadrada, acompañándolos con unas galleta de chocolate y unos
caramelos (cada día nos sorprende con un dulce diferente). Todo
parecía ser como de costumbre salvo por un pequeño detalle:
El azúcar; hoy era diferente y os
preguntareis por qué...
Pues bien, podréis pensar que se trata
de una tontería o simplemente que esté chiflada, pero lo normal
para mí es que, sea cual sea la cafetería a la que acuda, me sirvan
el azúcar en sobrecitos, y que en mi casa el azúcar sea en
grano...para servir a cucharaditas; por eso cuando hoy con el café
en lugar de un sobre, nos pusieron dos terrones de azúcar... mi cara
se ilumino especialmente...
-
Terrones de azúcar¡¡¡¡¡¡
-
No sé que voy a hacer contigo, de verdad...cada día estas peor- me dijo extrañado y sorprendido
-
Porque?? A ver, cuanto hace que no ves un terrón de azúcar, que no te sirven el azúcar así... años!! Dije, mientras sonreía...a la vez que recordaba cómo de pequeña acostumbraba a comerlos como si de un caramelo se tratase..
-
De verdad que eres especial, nadie se fija en eso... eres como los personajes de las películas y notas que son especiales...diferente al resto.-Respondió mirándome fijamente
[...]
Acto seguido hubo un pequeño silencio
después del cual volvimos a sumergirnos en los cotilleos de la
revista que teníamos entre manos, mientras que bebíamos el café,
que para mí hoy estaba especialmente dulce y delicioso.
Llego la hora de volver a la rutina.
Nos levantamos de la mesa para ponernos los abrigos-estos días vamos
especialmente abrigados, bufandas, guantes, gorros...y nos despedimos
de la dueña del bar que nos devolvió el saludo con una amplia
sonrisa y una “hasta mañana” muy amable.
-Bueno, habrá que trabajar un poco...-
dijo con resignación sabiendo que le esperaba una tarde de duro
trabajo en la oficina
Yo lo mire con una sonrisa como
intentando darle fuerzas, me acerque lentamente y le di un beso de
despedida.
-
Por la noche te llamo y hablamos. ¡Hasta luego!
-
¡Adiós vida, que tengas buena tarde!
Entre en mi coche, un pequeño coche
azul que a pesar de los años y de que no lo cuide lo suficiente en
lo que se refiere a la estética, aún conserva ese aire deportivo y
fresco.
Arranque el motor, sintonice en la
radio la emisora que acostumbro a escuchar últimamente, y puse rumbo
a casa.
Durante el pequeño trayecto no pude
evitar acordarme de los terrones de azúcar.... una gran sonrisa se
dibujo de nuevo en mi rostro...."